Crítica de Carne de neón (2010)
La madre de Ricky (Mario Casas) acaba de salir de la cárcel. El joven lleva años relacionándose con gente de todo tipo por su vida en la calle y eso hace que tenga el proyecto en la cabeza de montar un club de alterne para que su madre sea la jefa y así deje de practicar la prostitución directamente, el «Hiroshima Club».
Pero la cosa no está nada fácil y tendrá que enfrentarse a múltiples obstáculos hasta poder conseguirlo. Contará con la ayuda de un chulo, un matón y un travesti para lograrlo, ¡menuda combinación!
Mi opinión:
Pues yo esperaba una película mala teniendo en cuenta las críticas que había leído en Internet cuando se estrenó. Le doy un 6 merecido, la fuerza de Paco Cabezas bajo la dirección es digna de elogio, director que se sumó con esta segunda película a la corriente del cine español que nos inculca que el cine no entiende ni de nacionalidades ni de subvenciones, sino de calidad e ilusión por tener un público y mantenerlo pegado a la butaca durante los 90 – 120 minutos de película.
Mi nota: 6/10
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