La próxima vez apuntaré al corazón, dirigida por Cédric Anger y protagonizada por Guillaume Canet, es otro de los estrenos interesantes de esta semana. Basado en la novela de Yvan Stefanovitch y hechos reales sucedidos en la Francia de 1970, este thriller psicológico se centra en la época en la que un asesino en serie sembró el terror en una tranquila comarca de la periferia de París. Una persona que aparentemente, no es más que un policía modélico llamado Neuhart Franck (Canet), que se encarga de resolver el caso. Ana Girardot es en él Sophie, la pareja del agente que, tras su fachada, esconde al responsable de los asesinatos. La próxima vez apuntaré al corazón fue nominada dos veces a los Premios César 2015, a Mejor Actor (Guillaume Canet) y a Mejor Guión [&hellip
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Y tras los estrenos de cine de esta semana, llegará a los cines En solitario, un nuevo drama de aventuras marinas de los productores y el protagonista de “Intocable“, que al igual que éste último implica emocionalmente al espectador, a través del gran François Cluzet. El joven Samy Seghir y mi querido Guillaume Canet son dos de los actores que acompañan a Cluzet en el reparto de esta nueva película, en la que el veterano actor francés interpreta a Yann, un hombre que hace por fin realidad su sueño de participar en la Vendée Globe: la vuelta al mundo en velero, en solitario y sin escalas. En esta dura regata debía de participar su mejor amigo, Frank Devil (Canet), que a última es lesionado. Yann le [&hellip

Mi querido Guillaume Canet – protagonista de mi película de amor favorita – es Pierre Durand en “Jappeloup. De padre a hijo“, un nuevo drama biográfico ambientado en los años 80, dirigido por Christian Duguay. Pero no solo lo protagoniza; su guión está escrito por él. Durand abandona la abogacía para dedicarse de lleno a su pasión, la hípica, el salto de obstáculos a caballo más concretamente. Apoyado por su padre (Daniel Auteuil), decide invertir todo cuanto tiene en un caballo en el que nadie cree, Jappeloup, demasiado pequeño y agresivo. Pese a contar con varios defectos, también tiene muchas cualidades, y competición tras competición, tanto el rocín como Durand progresan notablemente, llegando incluso a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, donde ambos fracasan. Con la ayuda [&hellip
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